Bajo el ominoso cielo de la costa báltica, Apokawixa despliega una trama donde la ansiedad pandémica se fusiona con lo sobrenatural. Un colectivo de recién graduados de Varsovia, hastiados del aislamiento y las pantallas, emprende un viaje catártico hacia un remoto balneario out of season. Lo que planeaban como el festejo liberador definitivo se transfigura en una espiral de horror con toques absurdos. La casa de vacaciones, con su arquitectura soviética decadente y susurros entre las grietas, se convierte en una trampa psicológica. Los protagonistas descubren que la entidad que mora allí no es un fantasma convencional, sino una conciencia distorsionada que se alimenta de su agotamiento mental y su nostalgia por una normalidad perdida. Las dinámicas del grupo se fracturan bajo esta influencia etérea, donde el terror se manifiesta a través de situaciones cotidianas vueltas del revés con un humor macabro. Los móviles se convierten en portales de pesadilla, las videollamadas muestran versiones aterradoras de ellos mismos, y los juegos de beber adquieren consecuencias literales y aterradoras. La ambientación costera, con su niebla perpetua y playas desiertas, amplifica la sensación de desconexión con la realidad. Este viaje de graduados en la costa báltica se transforma en una lucha por mantener la cordura, donde cada risa nerviosa puede ser el preludio del siguiente evento sobrenatural. La comedia surge orgánicamente del absurdo de intentar mantener las tradiciones universitarias mientras se enfrentan a una amenaza que desafía toda lógica, creando una experiencia única de vacaciones post-pandemia que ninguno podrá olvidar, por todas las razones equivocadas..